domingo, 24 de marzo de 2013

esto no es rock Belcebú, esto es Rapsodia


is this the real life?, lanza Freddie desde la melancolía de sus grandes éxitos, is this just fantasy?, insiste, pero ninguno de los dos se percata siquiera que es pregunta y no respuesta, están borrados, alucinados por el tobogán de la cerveza y el exceso que es no creer en el amor, ella le tiene ganas a él, él le tiene ganas a las ganas, ella le chupa los labios, él le toca las tetas por encima de la ropa, el viento sopla afuera en alguna dirección, doesn’t really matter to me, ellos tienen los vidrios arriba, los seguros puestos, las luces apagadas, el motor encendido, el apetito resguardado por la burbuja de metal del carro, no hay escape de la realidad argumenta Mercury y a ellos no les concierne, open your eyes, mira hacia el cielo y ve, la noche acecha cuando el acecho acecha, una camioneta negra con tres hombres a bordo emboca la calle solitaria y pasa al lado del carro estacionado, él levanta la vista, sigue la camioneta con la mirada mientras esta se hace más y más pequeña en el espejo retrovisor, hasta que desaparece engullida por una curva, ella le toca febril por encima del pantalón, él vuelve al momento, la abraza con desesperación y le enfila la mano al final de la espalda, ella se arquea al sentir el toque por debajo de la tela, él le toca las nalgas, ella cierra los ojos, él le escarba el hilo dental mientras ella busca desabrocharle los jeans, él saca la mano y le busca ahora por delante, con habilidad le evade el cerco de las pantaletas, con violencia la abarca toda entre las piernas, ella queda paralizada por unos segundos y en su ascensión al poder él la toca

la camioneta negra se detiene silenciosa en el medio de la calle oscura, casi diagonal al carro estacionado, lista para la embestida si es necesario, del asiento trasero emergen dos hombres, uno por cada lado, se mueven con seguridad, con violencia, desprendiendo con los cañones de sus armas los pliegues de la noche, él los divisa con terror a través de los vidrios empañados, uno de ellos viene sonriendo, escudriñando a distancia con sus ojos demasiado pequeños, la camisa sudada en el área de las axilas, el cabello cortado al rape, al otro, de bigote y cejas espesas, cabello descuidado y chaqueta de nylon, lo advierte feroz, letal en sus ojos rojos y mirada vidriosa, hay un tercero que le es invisible, está detrás del volante, esperando, encubierto por los vidrios ahumados, listo como un boy scout de la muerte, mamaaaaaaa, ooooooooooooo, didn’t mean to make you cry, if I’m not back again this time tomorrow, carry on, carry on, él retira la mano, ella no va a tener tiempo de llegar, él busca en la sobaquera y toma el arma de reglamento aún con los dedos húmedos, dispara tres veces a través del cristal que explota, la voz de Freddie sale a la calle, la cara de ella se ilumina fugaz con cada detonación, el hombre de los ojos pequeños cae como un yunque, el del bigote abre fuego voraz, dispara, se agacha y se acerca, dispara, se agacha y se acerca, él le responde ecuánime, ella cae, el del bigote empieza a moverse a gachas, él mueve la palanca de cambios, acelera a fondo sin mucho control, está temblando sin saberlo, al arrancar siente el golpe contra el parachoques, la rueda derecha trasera pasa por encima del obstáculo, Scaramouch, Scaramouch, will you do the fandango, el piloto sale de la camioneta negra, comienza a disparar, thunderbolt and lightning, very very frightening me, Gallileo Gallileo Gallileo Figaro, magnifico, el carro se desplaza, comienza a distanciarse de la camioneta negra, él la llama pero ella no responde, los asientos de tela ocre han comenzado a mancharse de negro, él la toca, la sacude, ella no reacciona, el siente una puntada de ardor que se tira en la piscina de su pecho, todo comienza a moverse con rapidez, incluído el poste de luz que cruza la calle y se atraviesa, oh mama mia, mama mia, mama mia let me go, el hombre se monta en la camioneta negra, un chirrido de goma rasga la noche en dos marcando un antes y un después, atrás quedan los cuerpos del hombre de bigote y del hombre de ojos demasiado pequeños, a lo lejos comienza la nueva canción como si el destino tuviera todavía algo que decir, como si lanzara un titular invisible, la cadencia de la batería de Taylor inicia, luego entra John con el bajo, Brian le saca a la guitarra unos acordes metálicos, Freddie Mercury grita el Lets go y entonces la canción se mueve de manera formal, la banda toma impulso, Farrokh dice lo suyo entrelíneas y luego, con su archiconocida voz de tenor, repite varias veces como si el coro fuera una cuenta de cuerpos: Another one bites the dust

viernes, 15 de marzo de 2013

Salidas de emergencia

sólo vislumbro
dos vías de escape
ambas demasiado terribles:
la poesía
y el suicidio.

La vida es del color de la mierda


no tengo miedo
por eso prefiero
llamar a las cosas por su nombre

me declaro enemigo acérrimo del eufemismo

la vida no es bella
ni su color es rosa
no me culpen los tontos
ni me odien por decirlo

no tengo miedo
por eso prefiero
llamar a las cosas por su nombre

me declaro enemigo inconsecuente de la autoayuda

la vida es fea
su color es tirando al de la mierda
lo único que vale la pena
duele
como el amor verdadero, por ejemplo

no por nada
sabemos que estamos en presencia del amor
cuando podemos arrimarnos a otro
y tirarnos un peo con confianza

disculpe usted Sr. Benigni.

Vicente Forte Sillie 15MAR13