Ese hombre es peligroso.
A simple vista parece cualquiera, pudiera tomársele por alguien común, hasta vulgar, pero no, ese hombre es especial, peligroso, mortal en el sentido más pasivo de ese tipo de muerte que no tiene que hacer nada para matarnos cuando nos mata; no hay que dejarse engañar por las apariencias, hay que estar alerta, porque como él hay otros, son muchos, son invencibles, no puede dañárseles y por tanto hay que alejarse, correr de este tipo de hombres, huir.
Ese hombre es el imbécil de la consecuencia.
Es ese que no nunca sabe continuar la frase después de un porque.
El incapaz de sentir remordimiento.
A simple vista parece cualquiera, pudiera tomársele por alguien común, hasta vulgar, pero no, ese hombre es especial, peligroso, mortal en el sentido más pasivo de ese tipo de muerte que no tiene que hacer nada para matarnos cuando nos mata; no hay que dejarse engañar por las apariencias, hay que estar alerta, porque como él hay otros, son muchos, son invencibles, no puede dañárseles y por tanto hay que alejarse, correr de este tipo de hombres, huir.
Ese hombre es el imbécil de la consecuencia.
Es ese que no nunca sabe continuar la frase después de un porque.
El incapaz de sentir remordimiento.
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