lunes, 23 de marzo de 2020

Extracto de El Clan (novela en proceso)



para ese niño la madre es como el Ojo de Saurón, ella lo ama, lo mira y le juzga desde lo alto de su omnipresencia materna e invisible, no hay nada fuera de ella, todo pasa por ella, es a la vez Gorthaur y Mairon, es el Ojo que todo lo ve, la síntesis perfecta del premio y el castigo, de la felación y la castración, ella es el origen de todo, la medida de las cosas, del amor, de la ejecución absoluta del cuándo y el siempre, su figura está ahí en lo alto, recta, ideal, inquebrantable, iluminándolo y ensombreciéndolo todo al mismo tiempo, creando y sometiendo la fragilidad del niño, es redención y panóptico, refugio y tribunal, es la regente del anillo que controla todos los anillos, del falo que rige todos los falos, mientras ella exista él no podrá ser él, no podrá ser alguien distinto o separado de ella, así que el niño debe encontrarle, enfrentarse a la metafísica de su presencia, transitar el arduo camino de dolor, miedo y culpa que es parirse a sí mismo, destruir el anillo que le controla y controla todos los anillos, traicionar y traicionarse, Frodo, el haber nacido es una traición en ciernes, basta nacer para traicionar a una madre, el niño sabe, Frodo sabe que si no destruye el anillo la madre lo controlará todo, my precious, my precious, crepita intermitente la voz de las llamas que se mueven y van y vienen desde las alturas de Mordor, ambos, Frodo y el niño, van atraídos por la luz perpetua que ilumina y enceguece, que ruega por ellos como si hubieran nacido muertos, Frodo y el niño caminan juntos a ejecutar la traición imposible que significa matar a la madre, es decir a la creación que crea y que los ha creado, ruega por ellos, ruega por ellos, my precious my precious es el nombre del fracaso, ese niño que es my precious no puede llegar nunca a su destino, no quiere llegar al final de las cosas, ese es su triunfo, su triunfo es el fracaso, lo único que separa a la creación de lo creado es lo vacuo porque la nada no se lleva bien con el acto de crear, Frodo, la vida es la cornisa de la nada, el precipicio de una montaña con un ojo demasiado grande, demasiado voraz, con todo lo demasiado que es el amor, Frodo, debemos rendirnos, Niño, lucha, debes luchar o el anillo te va a controlar, Frodo, Saurón no es un ojo, es el faro que nos salva del peligro que es triunfar, que es estrellarse, es el poder que mantiene alejados los floreros de los pisos, es un escudo, un salvavidas y ni el niño, ni Frodo, ni el escritor que fue alguna vez ese niño, están dispuestos a apagar la llama de esa luz

Publicado originalmente en el Blog Los Hermanos Chang AQUI