era una noche como cualquier otra
el ventilador hacía del espacio un susurro de viento
el aire intentaba ser de agua
y el insomnio descansaba
sobre el lado izquierdo de mi cuerpo
ella había estado tosiendo a mis espaldas
tanta voluntad atrapada en los pulmones
luego de un rato despertó
se me acercó a la oreja
me lanzó un tenue
"papá, tengo miedo"
me volteé y la abracé
con un brazo que parecía demasiado largo
ella lo agarró como a una boya
se durmió
entonces tuve miedo
no pude decirle a nadie
ya no quiero ser un yunque
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